divendres, 2 de març del 2018

Una cantidad estúpida de música, horas al día con auriculares tapando, escuchando cosas que no son yo.
Una cantidad estúpida de letras, libros, uno tras otro o cualquier cosa que no lleve mis palabras. 
Una cantidad estúpida de cigarros, uno tras otro para no ver nada que se parezca a mi.
Una cantidad estúpida de tiempo detrás de una cámara para no mirar desde mi.
Una cantidad estúpida de comida, engullendo para callarme.
Una cantidad estúpida de personas, compañías random, hablando, verborreando historias que no son mías.

Pero al final de todas estas cantidades estúpidas llega la última cantidad ,y la más estúpida, de horas fingiendo en internet que todas estas cantidades estúpidas estaban repletas de mi