dissabte, 30 de juliol del 2016


Me despido.

Pánico,
pero hasta aquí puedo llegar.
Si sigo más me destruiré demasiado, 
y no habrá quién me rescate.

Dejo que mis entrañas
me vistan de dudas 
y salto,
lo suelto
igual que aquel día en el tercero 6.

Los tópicos me ayudan,

la copa de vino,
el humo,
en ésta noche,

y aunque la enfermedad sigue aquí aún,
como siempre, no la oigo ni respirar,
pero sé que está aquí...la puedo sentir,
como un deje de olor, 
una sombra fugaz 
rozándome la nuca.

El trastorno,
hasta la garganta lo tengo metido,
atorado,
pegado,
ni sube ni baja,
lo intento vomitar,
toser,
me rebiento el cuello de fuerza y ahi sigue!
Pero ya no lo quiero!

Tengo demasiada suerte para convivir con él,
debo sacarlo, sacarle provecho.

Ya basta!

Yo debo, yo puedo, 
será mi trabajo a partir de ahora.

Me meto en mis matorrales vacíos,
voy a ganar ahí adentro,
por la salud que me ofrece ésta vida 
por las maravillas que transitan mis queridos.

Empecé con esa llamada,
ahora debo continuar,
tengo la fuerza, tengo el deseo,

esto termina ya,
me despido, 
aunque me salvaste de todo, 
pero ya no hay más lugar.

Ni por ella ni por vosotras tres,
por mi cuerpo eterno, 
precioso y blanco cuerpo perfecto.

BASTA.