dimarts, 16 de febrer del 2016


Invitados estamos, estáis, a ésta silenciosa reunión de compañeras que se conocen de otras galaxias desconocidas.

Rescaté feminidades de otras épocas y países, reconozco sus rostros y pretendo que ustedes también lo hagan, como una suerte de antepasadas universales, amigas, hermanas, vecinas de todos y de ninguno de nosotros.

No son mi creación, son potencia en mis dedos, ellas decidieron instalarse aquí, yo solo las dejé entrar; son rostros, se paran a mirarnos, nos pararemos a mirarlas.Vivas y muertas, son todos los ritmos que nos habitan, juntas en las paredes de La vieja guarida, tejerán una existencia singular, expresada abiertamente como provisoria, revocable, insignificante, trascendental y poderosa.
Ellas serán aunque dejemos de recordarlas.

Deberemos, entonces, por cualquier medio, evitar fijarlas, identitariamente, no quieren ser aceptadas, toleradas o invitadas a ser alguien legible y de bien, son más que eso, son líderes literarios, disuelven el Yo, son manada.


Salgamos con ellas, por fin, a los encuentros que nos harán más libres, más potentes, dejemos que nos cuestionen, vivamos en ésta pequeña reunión sus existencias, devengamos preguntas, pasados y futuros llenos de autodeterminación y fuerza individual, seamos estrellas estallando juntas.

dimarts, 9 de febrer del 2016

Hoy llevo puesta la lentitud de felino.
Me muevo despacio, erguida.
Como en las películas cuando un fantasma querido pone su mano transparente en el hombro del vivo protagonista,

y apenas se perciben,
un instante.

Un movimiento articulado desde las patas hasta el estómago,

un baile diminuto, 
imperceptible.

Acumulo 
y lo reparto para que no se me rompa el ombligo.

Una tensión tan agradable,
una contención pensada,
en un ambiente tibio que me tiñe de naranja.

Como hace un tiempo atrás,
me ilumino en soledad.





dilluns, 8 de febrer del 2016


Hermana,
que siempre terminemos con las caras pegadas desde las mejillas,

 hasta la salida del sol.

que quememos la comida
que nuestra corporalidad sea siempre de familia
que no tengamos pudor bailando,
como cuando bailan nieto y abuela.

que perdamos los abrigos de otros tiempos
que nos miremos confiadas de la existencia de nuestros rostros
que podamos ir a cualquier lugar. 

eternidad.