dijous, 19 de maig del 2016

Fumo como si tuviera un hijo en la cárcel,
ya solo quedan dos últimos cigarros en la cajetilla...eso me angustia tremendamente,
por lo que abro la heladera en la oscuridad de la cocina y engullo manteca.
Me la meto en la boca con la mano, me meto más de la que puede alojar mi boca de viejo, la empujo temblorosamente, rápido, como si estuviera robando la corona de la reina de Inglaterra.Mis ojos se dan vuelta durante ese instante en el que destruyo mi colesterol y mis papilas gustativas.Los párpados tiemblan como alas de mariposas, la sangre se me para durante un segundo, pero no, vuelve a brotar, vuelve a bombear por mi cuerpo lleno de arrugas secas.

Me prendo un cigarro sin siquiera haber bebido un trago para pasar la manteca.
Sigo a oscuras, 
excepto por la brasa del tabaco quemando el papel.
Hago una calada aceitosa, pastosa, empapo el papel del cigarro con mis labios mantecosos.

Llega mi esposa.Pánico.No puede verme así.
Oigo sus llaves chocar con la mesita de la entrada.
Mientras escucho sus pasos por el pasillo lleno rápidamente una taza con café frío, seco de la mañana y trago hasta el final.
No respiro, se me sale el corazón del pecho, 
aguardo su cara frente a la mía llena de culpa y grasa.

Abre la puerta de la cocina y me pregunta que carajo hago a oscuras y mientras prende la luz mira la taza que tengo en la mano temblando; dice que si bebo tanto café no podré dormir después.Se da vuelta y sigue hasta el comedor, la oigo quitarse el abrigo.

Respiro al fin, no ha notado ni rastro del medio kilo de manteca que hace unos minutos dilataba aceitosamente mi garganta para caer como una piedra en la boca de mi estómago kamikaze.

Me da lástima su ignorancia, no sabe que invoco el suicidio cada tarde durante los diez minutos de soledad que tengo entre que llego a casa del trabajo y llega ella.
No sabe que busco la muerte de la manera más inútil y cobarde. 
No sabe que lo que más deseo en el mundo es convertirla en viuda,
aunque lo que no se yo es en qué momento me he convertido en éste ser miserable y grotesco que solo vive para repartir muerte.



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada